Séneca

Séneca
por Ronte Esteban


Voy a hablaros sobre Séneca, mi primer caballo, un potro de 4 años, es un caballo muy tranquilo, nada asustadizo, es mas, incluso algo "cotilla", pero con algunos problemas que estaban haciendo que no pudiera disfrutar con él todo lo que quisiera.



Empezaré por su comportamiento dentro de la cuadra, era raro el día que en la hípica no se escucharan sus patadas a la puerta, es mas, incluso era motivo de comentario el hecho de que no hubiera dado casi patadas en toda la mañana, este comportamiento se acentuaba cuando yo llegaba al centro, incluso simplemente con escuchar el sonido de mi coche, o cuando habia gente cerca de su cuadra y cuando llegaba la hora de la comida el soniquete se convertía en un estruendo.

Cuando alguien pasaba por delante de su puerta echaba sus orejas hacia atrás con una expresión muy fea e intentaba morder, aunque nunca llegó a hacerlo, pero cada vez que lo veía me preocupaba que algún día pudiera hacerlo y sus consecuencias, por este motivo se ganó el apodo de "mordisquitos" por parte de los niños que frecuentaban el centro.

Cuando entraba a su cuadra el venía a la puerta sin dejarme casi espacio, intentando incluso salir sin tenerme en cuenta, como si simplemente fuera algo, "una cosa", que había en su camino y tenia que apartar para salir.

Fuera de la cuadra, si le interesaba algo, un poco de hierba, otro caballo, algún objeto nuevo que picara su curiosidad... él tomaba su camino sin pensar en que estaba atado y había alguien intentando manejarle.

En cuanto a su monta, empezaba muy bien, no se molestaba en absoluto por que alguien se subiera encima, se quedaba quieto, tranquilo, comenzaba bien al paso, pero era bastante difícil conseguir hacerle trotar y mas que mantuviese el aire, con el tiempo fue pasando de simplemente no querer trotar a botarse cuando se le pedía.

Durante el cepillado sólo evitaba 
los mordiscos atándolo corto
Todos estos comportamientos se intentaban corregir castigándolos, pero después de casi un año no le veía mejorar y empecé a preguntarme si no iba a ser posible cambiar su comportamiento nunca e incluso llegué a plantearme que me había equivocado en la elección de mi caballo.

Pero en lugar de tomar la salida mas fácil que me aconsejaba muchísima gente, que era: 

¡¡ Cambia de caballo !! 

Empecé a plantearme si estábamos haciendo algo mal y a buscar alternativas, no entraba en mi cabeza la idea de venderlo y buscar otro con menos problemas, porque también veía cualidades en él que me gustaban y ya llevaba conmigo un año, era mi caballo.

Buscando y curioseando encontré Equibalance y desde el primer día que lo visité me llamo mucho la atención su manera de hacer las cosas y me decidí a probar.

Séneca y yo hemos hecho grandes progresos desde incluso la primera semana, que ya os contaré en el siguiente post.







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